El pasado
viernes 6 de septiembre fuimos con la pre-promoción y promoción a incentivar la
lectura en la bella ciudad de la Paz. Pero esto no salió como esperábamos,
verán: La idea principal era de ir a “pasear” en Puma Katari leyendo Tirinea de
Jesús Urzagasti a los pasajeros y así, los interesados en la obra, tendrían una
copia del libro. De esta manera todos escucharían la obra siempre y cuando
estuviesen dispuestos a hacerlo. Pero en realidad ahí surgieron los problemas,
como saben, las personas no son fanáticas de escuchar. Pero al fin y al cabo no
éramos un acto musical con profesionales
para atraer a las personas, éramos simples estudiantes con un claro propósito.
Sin importar en qué parada estábamos la gente no nos escuchaba ya que estaban
apurados y estresados o simplemente con audífonos, pero quien los culpa así es
la vida en la ciudad.
Concuerdo con el autor de este relato ya que hoy en día más nos encontramos pegados a la tecnología pero creo que es demasiado tarde para cambiar
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