La Paz es probablemente el sitio más complejo de
Bolivia, o por lo menos uno de ellos; una pequeña porción
de caos al que nosotros mismos le damos orden. Actualmente no prescindimos de
una oportunidad de contemplar el infinito vacío de olas y estelas de mar, sueño
otorgado por Eduardo Galeano, pero tampoco nos otorgamos la oportunidad de ver
el infinito vacío de voces e historias que libremente podemos llenar con un
poco de nuestras propias palabras y una voz fragmentada y oculta por siglos de
historia y sincretismo.
Ahora recorremos la zanja en la que caímos, en el lugar
más alto del mundo (o uno de ellos) en "pumas", y
"kataris" de paso; lo mas "nuevito" que tenemos. Como
curso, ofrecimos a los pasajeros la obra "Tirinea" de Jesús
Urzagasti; pero solo llegó a ese punto. La verdad sobre la barrera que nos
impedía llegar permanece como misterio, pero podemos encontrar pistas; al
pararte en la Plaza San Francisco, sea leyendo Tirinea en voz alta, esperando
la movilidad o gozando de algun show o presentacion de las muchas que se llevan
a cabo en la plaza, puedes ver en las personas un deseo de buscar algo, pero
este deseo acaba por verse adormecido, entumecido. Sin embargo, tiene momentos
de fuga; una mirada curiosa, o una dulce sonrisa. Romper todos esos velos quizá
tome un poco de tiempo, coraje, y talvez un poco de lectura.
Una forma muy dulce y reconfortante de describir lo sucedido, felicidades!
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