lunes, 27 de marzo de 2017

Dylan Flores: Una inocencia aplastada y una miseria anónima

Clarice Lispector es una escritora del siglo XX famosa por sus obras literarias y su redacción singular. Nacida en Tchetchelnik-Ucrania el 10 de diciembre del 1920: de corazón brasileño y de renombre mundial, ella escribe La hora de la estrella en el año 1977 y es publicado un año después debido a su lastimosa partida, a causa de cáncer ovárico el  9 de diciembre de 1977, un día antes de su quintogesimo séptimo cumpleaños. El libro contiene la historia de Rodrigo, un escritor que busca narrar la corta vida de Macabea, y Macabea, una chica de bajos recursos tanto sociales, económicos como académicos. Los aspectos principales de la historia son cómo una chica sufre la cruda realidad de la forma más irónica posible, y cómo un espectador anónimo siente esa vida perderse, aferrándose a ella. Es en este sentido que el presente ensayo se encargará de rescatar todos los conceptos e ideas que centren a Macabea como una inocencia aplastada y a Rodrigo como una miseria anónima. Tomando en cuenta el constante sarcasmo, ironía y la hipertexualidad en la escritura (uso de un hipotexto: texto que se puede identificar como la fuente principal de significado en un segundo texto).

La historia comienza con la introducción de Rodrigo, un escritor que amaba a Macabea y quería darse la tarea de escribir sobre ella. Lastimosamente en su intento de relatar la vida de Macabea se da cuenta de que la historia es tan pobre que tiene que usar la hipertexualidad para contar una historia más, la suya. Él podrá dar un significado, desde la comprensión y admiración, a la historia de una chica sin recursos “de todos modos sospecho que toda conversación está hecha para aplazar la pobreza de la historia verdadera”.(pág. 26). Rodrigo se describe a sí mismo como una persona impura y deshonesta que estaría dispuesto a mentir y robar para sobrevivir, pero también admite que con la historia de Macabea es incapaz de contagiarse de la escritura de otros y de mentir sobre ella “no leo para no contaminar con lujos la simplicidad de mi lenguaje. Pues como dije la palabra se tiene que parecer con la palabra, mi instrumento. ¿O no soy un escritor? En verdad sería más bien un actor” (pág. 32). También se necesita mencionar que Rodrigo está enamorado en alguna forma de Macabea, está dispuesto a dejar su vida a un lado y sus pasiones por poder comprenderla y expresarse. Por otro lado, en ese intento de mostrar su amor, se estanca y frustra:
“…ella me incomoda tanto que me quedé vacío. Estoy vacío de esta muchacha. Y ella me incomoda más en cuanto menos me exige. Estoy con rabia. Una cólera de derrumbar vasos y platos y romper vidrios. ¿Cómo vengarme? O mejor, ¿Cómo resarcirme? Ya sé: amando a mi perro que tiene más comida que la nordestina. ¿Por qué ella no reacciona? No, ella es dulce y obediente” (pág. 39).
 Por eso Rodrigo trata de ponerse en la esencia de la nordestina, necesita darle valor a su partida, porque estaba tan involucrado con ella de una forma muy extraña, ya que nunca se menciona que ella lo conocía, pero sí que Rodrigo la conocía. Su esencia se quedó en los pensamientos de Rodrigo y por eso siente que si muere Macabea, también puede morir él: “y ahora, ahora solo me queda prender un cigarrillo e irme a casa. Dios mío, solo ahora me acordé de que la gente muere. Pero, ¡¿pero yo también?!” (pág. 94). Con todo ese sufrimiento, Rodrigo sigue siendo la miseria que deja la muerte de Macabea, aunque ella no lo sepa.

Macabea es el personaje principal de toda la historia, nace casi muerta por delgadez extrema. Logra sobrevivir a la niñez tras el constante abuso de su tía. Finalmente trabaja en Río de Janeiro y se independiza para ser dactilógrafa. Necesita sobrevivir comiendo hot-dogs y alguna gaseosa, no tenía educación, pero era una chica curiosa a pesar de sus restricciones “ni se daba cuenta de que vivía en una sociedad técnica donde ella era un tornillo del que se podía prescindir” (pág. 38). Es manipulada y maltratada por todo el mundo, desde su propia familia, su única pareja, sus compañeros de trabajo. Por su falta de conocimiento, las personas consideraban que podían burlarse de ella todo lo que querían, se volvían en personas que poco a poco le pisoteaban la inocencia hasta dejarla vacía y destruida: “la muchacha era hoy el fantasma suave y terrorífico de una infancia sin pelota ni muñeca” (pág. 42). Lastimosamente la presión social y la muy mala suerte le quitaron toda posibilidad de vida, su niñez fue arrebatada por su tía, su vida social fue extraída intencionalmente por Gloria, que era el nuevo amor de la pareja de Macabea, Olímpico. Y éste le quitó  su propia inocencia, el único chico que había logrado despertar su atención. Lastimosamente fue tanto el abuso que sufrió Macabea,  que hasta la cartomante le quitó lo único que nadie se atrevió: La vida.

Bibliografía

Clarice Lispector (s.f) En Wikipedia. Recuperado de: https://es.wikipedia.org/wiki/Clarice_Lispector

Lispector, C.L. (2013). La hora de la estrella, Buenos Aires, Corregidor.

Gabriela Flores: ¿Qué tipo de amor nos muestra Clarice Lispector en su novela?

Clarice Lispector nació el 10 de diciembre de 1920 en Tchetchelnik, Ucrania. A los 15 años de edad se mudó a Río de Janeiro con su padre y su hermana, estudió derecho y comenzó a colaborar en algunos periódicos y revistas. En 1944 publicó su primer libro titulado Cerca del corazón salvaje. El último libro que publicó fue en 1977 con el nombre de La hora de la estrella. Clarice Lispector falleció en 1977 por cáncer.

La novela La hora de la estrella escrita por Clarice Lispector habla sobre Rodrigo, un escritor que redacta la historia de una joven llamada Macabea. ¿Qué tipo de amor nos muestra Clarice Lispector en la novela? El tipo de amor que nos muestra Clarice Lispector en la novela es el desamor que proviene de Olímpico que es la pareja de la muchacha, Gloria la compañera de trabajo de la muchacha, su tía y, en general, el entorno que la rodeaba.

El desamor de la tía hacia Macabea fue desde su niñez, su tía le trataba mal, diciéndole que el hombre vampiro le clavaría los dientes en su cuello. Era cruel con Macabea al decirle que no tendría postre si no cumplía sus deberes. Para toda niña es horrible que te amenacen con el postre.

La relación amorosa entre Macabea y Olímpico era fea, fría, malvada y extraña. Olímpico era el novio de la nordestina. Para él, la muchacha era una persona inferior para la “clase social” en la que él se encontraba. La  hacía caer y siempre la culpaba de lo que pasaba, le decía ignorante, mientras que él no sabía el significado de palabras o lo inventaba, para que ella quedara mal. 

La relación entre Rodrigo y Macabea era muy especial. Rodrigo, el escritor de la vida de Macabea sentía una conexión con ella. Mientras él contaba la historia de ella, hacía unas cuantas pausas muy breves, para poder escribir y explicar los sentimientos, que éste tenía hacia ella. Él decía que eran uno mismo y en el momento en el que la nordestina muera, el morirá con ella.


Esos son los tipos de amor que Clarice Lispector muestra en la novela La hora de la estrella.

Camille Rojas: Macabea no era infeliz

La escritora Clarice Lispector nació en Chechelnik, Ucrania, el 10 de diciembre de 1920 y  falleció en Río de Janeiro, Brasil el 9 de diciembre de 1977. Fue una escritora muy famosa en el siglo XX que contribuyó con títulos tan significativos como La Hora de la estrella que fue publicado pocos meses antes de su muerte.

El libro La hora de la estrella lleva a una reflexión sobre la vida y la muerte; Clarice expresa esos sentimientos mediante Rodrigo S.M. Este personaje redacta los acontecimientos de la vida de Macabea, una joven que  se quedó sin padres y bajo el cuidado de su tía, que la maltrataba y le regañaba sin motivo. Ella no sabía lo que ella era y por eso no se sentía infeliz. Macabea, la nordestina, se enamora de Olímpico, un hombre decidido y ambicioso, que la trataba de muy mala manera y aun así ella estuvo a su lado hasta que él la dejó por Gloria, su compañera de trabajo. Abatida por su ruptura, Macabea busca pistas de cómo sería su futuro con Madame Carlota que es una mujer que lee el futuro y ella le comenta que encontrará un extranjero y tendrán un romance. Pero lo que no sabía la nordestina es que ese no sería su futuro y terminaría muriendo por un accidente de auto.

Macabea es una mujer poco inteligente y analfabeta, que se encuentra completamente sola en este mundo confuso para ella y en el cual su inocencia es torturada de abusos por otros. No es inteligente, según el autor es “tonta” ya que en la calle ella sonríe a todo el mundo  y a los demás no les interesa, está en su mundo.  Pero Rodrigo S.M la mira como si estuviera encantado con ella y al mismo tiempo frustrado por la condición en la que se encuentra: “Sí, estoy apasionado por Macabea, mi querida Maca, apasionado por su fealdad y su anonimato total, pues ella no existe para nadie…”

A Macabea se la puede caracterizar de dos maneras: una en la que los personajes le dan vida en el sentido como que es lo femenino, en el trabajo. Y el otro lado sería como Rodrigo S.M la valora o la juzga “nadie la quiere, es virgen e innocua, no le hace falta nadie…


Entonces ¿Cuál sería el papel de Macabea en la novela? Se podría decir que ella está ausente, es como un ser viviente que le falta ese resplandor que las personas tenemos. Macabea es de esa manera porque nunca sintió lo que es el amor, el afecto de una persona hacia ella. Y no solo es afecto, su vida no fue la más alegre. Como se mencionó anteriormente, ella no sabía lo que era y, por lo tanto, no se sentía infeliz.  


Bibliografía

Clarice Lispector (s.f) En Wikipedia. Recuperado de: https://es.wikipedia.org/wiki/Clarice_Lispector
Lispector, C.L. (2013). La hora de la estrella, Madrid, España, Siruela.

Camila Candia: La hora de la estrella

Clarice Lispector nació el 10 de diciembre de 1920, en el pequeño pueblo de Chechelnik, Ucrania, por pura casualidad, ya que su familia se encontraba en medio del viaje que los llevaría a Brasil. Llegó con dos meses de edad junto a su familia a Recife, dónde vivió hasta su plena adolescencia. En 1935 se muda junto a su padre y su hermana a Rio de Janeiro. Estudió Derecho, y comenzó a colaborar con algunos periódicos y revistas, lo que la ayudó a llevar riendas suelta a su imaginación, terminando en la publicación de su primera novela a los veintiún años. Considerada como una de las escritoras más importantes del siglo XX, dejó un legado muy importante en novelas, además de una pequeña producción de poemas y pinturas. Murió en Río de Janeiro el 9 de diciembre de 1977, a los 56 años, víctima de un cáncer de ovarios, algunos meses después de publicarse su última novela y una de las más reconocidas: La hora de la estrella.

Esta obra nos narra la historia de Macabea, una nordestina que se enfrenta a la vida al llegar a los barrios pobres de Rio de Janeiro, donde lleva una vida sencilla pero a duras penas, ella no es consciente de su miseria. La historia es relatada por Rodrigo, que se convierte en una especie de testigo oscuro de la vida y muerte de la protagonista.  Nos plantea una pregunta existencial respecto a la pérdida de la capacidad de comprender y de angustiarse frente a una realidad completamente precaria y hasta inhumana y la posibilidad de que en esas condiciones se pueda pensar en un grado mínimo de felicidad. 

Macabea es una chica normal y simple, sin nada en especial, que no está consciente de su situación, de la vida que lleva , que para muchos puede ser considerada una tragedia.  Trabaja como dactilógrafa en una oficina con varios compañeros entre los que está Gloria, que desempeña el mismo trabajo. Gana poco y apenas le alcanza para sobrevivir en una favela de Rio de Janeiro compartiendo un cuartucho con otras jóvenes en su misma situación.  Carecía de estudios, profesión, talentos ni oficio y no aspiraba a nada más en la vida. Se había resignado a esa forma de vida, fuertemente influida por una educación religiosa rígida y a una adolescencia de maltratos.  Rodrigo, que es quien relata la vida de Macabea, la describe además como una persona sin ningún atractivo físico: delgada en extremo y sin gracia, poco inteligente y sin ambiciones. La autora intenta con esto, mostrar a una protagonista sobre la que puede recaer toda la miseria y ordinariez de una persona como tantas en la sociedad moderna (incluso usa un nombre poco convencional y hasta hilarante). Al mismo tiempo, la muestra como un personaje que se ha amoldado al medio en que vive, de tal modo que lo asume como normal y hasta correcto, llegando al extremo de sentirse culpable los pocos momentos que desea gozar de la vida o acceder a placeres y bienestar.  La aspiración de Macabea es ser como Marilyn Monroe, lo que suma un cierto grado de alienación y búsqueda de idealizar la realidad.



Macabea no sobresale de ninguna forma; no es explotada ni maltratada; solo es un ser que existe sin vivir.  Ni siquiera es capaz de generar odio ni amor. A su modo es feliz porque se asume como parte de un paisaje ya creado e inmutable, sin conocimiento, sin dolor, sin pena, sin sueños y sin reclamos.  Cuando se enamora de Olímpico, siente pasión pero tampoco hay nada extraordinario.  Cuando éste la abandona por irse con su amiga Gloria, ella lo siente pero no le ocasiona depresión o tristeza y ni siquiera siente resentimiento por su amiga o su ex novio; de hecho, Rodrigo relata que en ese momento solo se le dio por reír.  Finalmente, también es parte de la trama mostrar cómo muere Macabea: en un accidente de tránsito, es decir, de un modo absurdo y sin sentido, como fue su vida.  No fue víctima de una larga enfermedad, no la asaltaron ni fue pasajera en un avión siniestrado, simplemente un auto por accidente la atropelló.

''Quiero antes dar fe de esa muchacha no se conoce sino a través de ir viviendo sin rumbo. Si cometiese la tontería de preguntare ''¿quién soy yo?'' caería extendida y de lleno en el suelo. Es que ''¿quién soy soy?''  provoca necesidad. ¿Y cómo satisfacer la necesidad? Quien se indaga está incompleto'' (Página 25).

La hora de la estrella es una de aquellas novelas que plantea el profundo vacío y sinsentido del mundo y de la realidad en la que viven muchas personas, carentes de sentido y de explicación sobre sí mismos, pero que adolecen de algo más grave que es la incapacidad para preguntarse o cuestionarse sobre este sentido y esta razón de vivir como viven.  La pregunta que emerge de esta situación es, si es posible esto o si se trata solamente de una paradoja o de una contradicción, a lo que yo respondo que es de alguna manera ambas cosas.

Por un lado, parece que no es posible que las personas podamos vivir sin cuestionarnos, soñar o anhelar una mejor forma de vida ya que la naturaleza de las personas está en la búsqueda de trascender, de sentir que somos parte de algo y que nuestra vida aporta a cambiar algo así sea en nuestro pequeño entorno.  Pero por otro lado, no podemos ignorar que en la sociedad actual, donde dejamos de ser grupos para ser masa y de ser individuos para ser números o datos; dejamos de construir nuestro futuro para cumplir roles, es cada vez más frecuente perder la esencia de lo que nos hace una especie distinta.  Cada vez son menos personas las que trascienden, las que son algo más que repeticiones infinitas de un modelo creado por la sociedad.  El resto solo parece circunscribirse a la vivencia cíclica sin sentido y sin razón ¿Se puede ser feliz viviendo como Macabea? Tal vez sí. Finalmente, puede que saber de tu miseria y no poder cambiarla nos genere una angustia mayor, que no tener conciencia de la propia miseria y asumirse como un ser que vive sin más sentido que el paso del tiempo.  En todo caso, si nos planteamos las cosas desde esa perspectiva, tal vez la pregunta deba ser otra y deba estar relacionada con el sentido mismo de la vida aquí y ahora.




Bibliografía:
Clarice Lispector (s.f) recuperado de:


Lispector, C. La hora de la estrella, recuperado de: https://www.goodreads.com/book/show/9960231-la-hora-de-la-estrella

Néstor Carvallo: ¿Qué aspectos del primer amor de la nordestina se reflejan en la vida cotidiana de las personas?

Clarice Lispector nacida en 1920 y fallecida en 1977 por cáncer, tuvo una gran carrera donde escribió una extensa gama de novelas, cuentos, ensayos e historias. La obra en la que nos basaremos al escribir el cuerpo y sentido de esta monografía será su última: La hora de la estrella, donde nos habla de un dactilógrafo, Rodrigo, que escribe la obra de su vida. Al hacerlo, cambia su estilo y forma de ver al mundo por conocer a la nordestina, su personaje principal: una mujer con ansias de salir de la ignorancia, pero sin dejar de ser indiferente ante su mala suerte y baja calidad de vida. El final de la novela es revelador. Pero dentro de esta obra ¿Qué aspectos del primer amor de la nordestina se reflejan en la vida cotidiana de las personas? El presente ensayo se hará cargo de responder la pregunta establecida. 

Olímpico, el primer amor de la nordestina, era un hombre despreciable que no sabía tratar a una mujer con respeto. En nuestra realidad existen muchos de estos casos donde personas tratan a las mujeres como inferiores cuando ellas son iguales a todos nosotros y hasta más fuertes porque sufren 9 meses para dar vida. Muchos hombres, al igual que Olímpico, cometen errores y en vez de aceptarlos y tratar de mejorar, los rechazan y tratan de culpar a los que están más cerca de ellos, en este caso su novia o mujer. Olímpico una vez trató de alzar con una mano a Macabea (la nordestina ) para demostrar su gran fuerza; una vez arriba, éste pierde el control y deja caer a su novia, dejándola embarrada. Ella, sin orgullo, se levanta y limpia. Él la culpa cuando en realidad el único culpable fue él.

El primer amor de la nordestina era, aparte de un patán, un gran ignorante. Macabea, a diferencia de Olímpico, tenía cierta curiosidad por el conocimiento, ella escuchaba la radio donde aprendía palabras nuevas; cuando le preguntaba a Olímpico por su significado, éste le respondía mentiras por no decir que no las conocía o también decía que sabía todo y no necesitaba responder. Hoy en día, aunque es difícil de creer, esto sigue pasando. Muchas mujeres dependen en verdad de sus maridos y las dominan porque “el conocimiento es poder” y, por lo tanto, la ignorancia es sometimiento. Debemos romper esto al informarnos más y no depender de otros porque somos autosuficientes.

Una escena donde Olímpico lleva a Macabea a tomar un café, me llamó mucho la atención por la frialdad y rudeza contra la nordestina, una chica débil e inocente. Macabea al ser inocente, se deja controlar y bajar la autoestima por todos ya que a ella le da pena hacer cualquier cosa y cree que su vida es como es y, aunque haga lo que haga, siempre será igual y nada la cambiará. En nuestra realidad, vemos día a día cómo muchos discuten con sus parejas bajoneándolas en público y ellas, por vergüenza, solo bajan la cabeza en vez de levantarse y decir “basta” y  darse cuenta que necesitan algo mejor que eso. Nadie nos tiene que decir cómo ser, somos como somos, podemos ser más y nunca debemos sentirnos menos, no importa el sexo o género. Todos somos iguales.

Antes de la escena del café, el enamorado de la nordestina la compara con unas trabajadoras sexuales de una forma muy grotesca pero con una normalidad irónica. No me malentiendan, no es por el hecho de haberla comparado con mujeres trabajando de la manera que puedan, no todos tenemos la oportunidad de escoger, pero fue más por la intención con que lo dijo. Le hizo creer a Macabea que ella era mucho menos y no lo dijo con remordimiento alguno, sino con una naturalidad frívola y macabra donde demuestra la mala persona que éste personaje es. Esta es la realidad de muchas personas, que por tener baja autoestima se dejan decir y hacer todo  sin hacer nada. Tenemos que estar cerca de personas que nos muestren nuestro verdadero ser, no personas como Olímpico que hacen todo lo contrario.

En conclusión debemos tomar todas las acciones de Olímpico no para guardar rencor contra nosotros los hombres, porque no todos nosotros somos así, que nos sirva como un contraejemplo: algo que nos muestra lo incorrecto para no seguirlo y si vemos algo de esto en nuestro cotidiano vivir, hacer todo lo posible por cambiar ya que está mal. Todos somos iguales, no importa el género, merecemos el mismo trato.

Bibliografía
Clarice Lispector (s.f) En Wikipedia. Recuperado de: https://es.wikipedia.org/wiki/Clarice_Lispector

Lispector, C.L. (2013). La hora de la estrella, Madrid, España, Siruela.

Nicole Rivera: ¿Cómo muestra Rodrigo la importancia que tiene Macabea en su vida?

Clarice Lispector es una escritora brasilera nacida en el año 1920, considerada una de las escritoras brasileras más importantes del siglo XX. Clarice definía su estilo de escritura como un “no estilo”. Aunque su especialidad fue el relato, dejó un importante legado en novelas como   La pasión según G.H y La hora de la estrella, además de otras producciones  en libros como poemas y pintura. Falleció a causa de cáncer de ovarios a la joven edad de 56 años en Río de Janeiro. Lo último que escribió fue la novela La hora de la estrella, una historia que gira en torno a dos personajes esenciales, Rodrigo y Macabea. Toda la historia es contada por Rodrigo. Él escribe acerca de Macabea. Pero ésta no es una historia típicamente romántica. Rodrigo explica que Macabea no sabe de su existencia, sino él solo narra lo que ve en ella y lo que le pasa hasta que ella muere. ¿Cómo muestra Rodrigo la importancia que tiene Macabea en su vida?

Al inicio de la novela, Rodrigo se presenta y explica que en el transcurso de la escritura, él nos hablará acerca de Macabea, una chica común que no tiene importancia en la vida de los demás. La invisibilidad que ella representa en la sociedad es gigante a no ser por Rodrigo. Él basa sus pensamientos y escritura en ella. Nos damos cuenta de esto ya que él indica que escribe porque es una obligación suya hacerlo. No escribe como si hablara de una chica cualquiera, que en realidad es ella, sino como si fuera alguien muy importante para todos.  Le da un giro de 180 grados a la vida de Macabea. A pesar de que ella no tiene idea de que existe alguien que le está dando esa  importancia. En ningún momento de la novela, Rodrigo pone tanto énfasis en su propia vida como lo hace sobre Macabea. 

Rodrigo muestra afecto y preocupación hacia ese personaje que no sabe de la existencia de su autor.  Macabea tiene las cualidades de una mujer vulgar, de aspecto poco atractivo, inculta e incompetente en la vida. Ella en ningún momento decide cambiar lo que le pasa, como si su vida y todo lo que le sucediera ya estuviera predestinado. Él, en cambio, tiene el deseo de que la vida de Macabea no sea esa. Quiere que sea una mujer feliz, con motivaciones y mucha autoestima, aunque sea todo lo contrario.

En relación a nuestro entorno, chicas como Macabea hay muchas. Chicas que no tienen metas en la vida y que pasan desapercibidas entre todos. Y Rodrigo quiere que les demos importancia a esas personas de las que pareciera que su vida está hecha para terminar mal.

Rodrigo, luego de comenzar a escribir sobre ella y mostrar tanta preocupación, de manera inconsciente se vuelve dependiente. Deja de darle importancia a su propia vida, eso se ve porque indica que para escribir acerca de Macabea tenía que rebajarse al nivel de ella. Dejarse crecer la barba, tener ojeras, no comer bien. Rodrigo sabe que Macabea es una mujer demasiado insignificante para todos y, en  vez de olvidarse de ella y continuar con su vida, se enfoca en ella. Rodrigo decía que antes él vivía una vida, no era pobre, tenía una novia. Sentía que sí tenía motivos para vivir antes de que Macabea aparezca en su vida, en su mente.

En todo el transcurso de la novela, Rodrigo nos da a entender que él es quien crea a Macabea, es un producto de su mente. Por eso dice que ella no sabe de su existencia y que si lo supiera, ella lo trataría como Dios, porque él es el único que puede cambiar su vida. Por eso en el momento en que ella puede ser feliz, conocer a alguien, enamorarse y tener motivos para vivir, muere. Rodrigo decide terminar con Macabea y dice que en el momento que muere es como si estuviera volviendo nacer. Deja de enfocarse en ella y vuelve a pensar en sí mismo. Como si todo lo que él nos hubiera contado, fuera él identificándose con ella, liberando todo lo que él siente en ella.

Por lo tanto, Rodrigo es quien le da vida al personaje de Macabea, escribir de ella hace que él se sienta bien, que pueda liberarse. Muestra afecto hacía un personaje que es solo de su mente. Y él sabe que es así,  que  chicas como Macabea existen entre nosotros y es necesario que les demos importancia, así como Rodrigo lo hace. No solo escribió sus pensamientos acerca de ella, nos transmitió su historia, su vida. Mostró cuán importante era ella para él, hacía que tenga motivos en su vida de nuevo,  en este caso hablar de ella.


Bibliografía

Clarice Lispector (s.f) En Wikipedia. Recuperado de: https://es.wikipedia.org/wiki/Clarice_Lispector



Lispector, C.L. (2013). La hora de la estrella, Madrid, España, Siruela.

Aitana Medina: La hora de la estrella, la hora de Clarice

Clarice Lispector, la autora del libro que analizaremos, nace en Ucrania el 10 diciembre de 1920 en una familia ebreo-rusa. A la edad de sólo dos años se ve obligada a emigrar a Brasil, donde vivirá y morirá el 9 diciembre de 1977. Clarice escribe, entre muchos otros, La hora de la estrella nada más que su último libro: su revelación, en seguida explicaré porqué.

La escritora se personifica en un hombre adulto y con poca peculiaridad al escribir, quien será el que tendrá el “permiso” para contar la historia de Macabea, la protagonista, con detalles y sin ningún tipo de filtro. La escritora, a la vez, se ve identificada con la protagonista de su propia obra (Macabea) por diferentes razones: por el amor poco satisfactorio y por el “abandono” de su patria. Hay un pequeño velo, casi trasparente entre Maca y Clarice, pero lo que es increíblemente fascinante es que la autora de La hora de la estrella logra aumentar el espesor de este velo, al introducir a Rodrigo como “autor” de la obra, justamente para tener un punto de vista objetivo y no detenerse en los pequeños detalles, como lo haría ella.

Hay también una cierta justificación, al principio, hacia los actos que cumple Macabea, como si por un pequeño momento de la obra, la autora, no lograra separarse de ella. Al justificarse, parece que quiere resaltar el hecho de que a Maca le gustan lo detalles, exactamente como le gustan a Clarice, al contrario del señor Rodrigo, a quien no le fascinan. Parece que se quiere subrayar el hecho de que la escritora está logrando salir tan dificultosamente de su esencia, como sólo pocos lograrían hacerlo.

Pero veamos en detalle las similitudes entre la historia de Macabea y su inventora: Olímpico y Macabea son dos jóvenes desafortunados en la vida que eligen amarse. Él se dice metalúrgico y ella dactilógrafa, ambos son ignorantes y con poca plata, pero afortunadamente él es muy ambicioso a diferencia de Macabea. Tiene un plan de vida, quiere escalar de posición social, tener un mejor sueldo y ser rico algún día, mientras Maca se contentaba con lo poco que tenía, se proclamaba feliz por el simple hecho de vivir, o mejor dicho, por sobrevivir mediocremente. Olímpico y Macabea tienen un amor bastante raro y controvertido, casi irónico de una forma muy rara. Olímpico es el típico jactancioso, nunca le presta atenciones particulares, la trata con desprecio y nunca le ofrece nada, es un amor maligno y poco sactisfactorio, así como lo era, según la biografía, el matrimonio de Clarice con su esposo. Quizás es ese el motivo, por el que ella “pide” prestado a Rodrigo, para poder hablar sin filtros de ella misma y su pésima relación, como para poder ser más objetiva y más cruda sobre como vivía ella ese matrimonio.

Clarice, o mejor dicho, Rodrigo, habla sobre cómo la protagonista pierde a los dos años a sus padres en un incidente y se va a vivir con su tía mala y sin corazón. La vieja malvada comía sin sentir ningún tipo de remordimiento un dulce de guayaba en frente de Macabea, sin invitarle ni un pedazo, aunque bueno, no era la única maldad que le hacía a la pobre Maca. Algo similar pasa con Clarice, a los dos años se la ve obligada a dejar  su patria, por ser ebreo-rusa y se traslada a Brasil. Obviamente el ser emigrante en un país que apenas conoces, pues te afecta. Por más pequeño que seas, al estar fuera de lugar en un principio, te sentirás totalmente aislado por tu lengua y por ende, te sentirás menos, porque lamentablemente no tendrás las mismas oportunidades, hasta en el trabajo, si es que no eres ciudadano. Al irte de tu país, quieras o no, lamentablemente pierdes tu cultura, parte de tu familia, tal vez y ello te marca, bastante. Aunque, efectivamente, ni Maca ni Rodrigo hablan mucho sobre el tema, probablemente no le debió afectar mucho el alejamiento a Clarice, tal vez por su temprana edad, tal vez por su fuerte carácter.

Hay otro personaje en el libro muy importante, es Madame Carlota. Ella es una especie de maga que lee el futuro, le dice a Maca que está destinada a ser muy exitosa en la vida y que se casará con un hombre gringo de nombre “Hans”. Desde ese momento Maca se siente diferente, siente que se merece el mundo y que no sólo es vivir por vivir, lo malo es que saliendo de ahí la atropellan y termina teniendo una muerte lenta y solitaria. Lo bueno es que muere sabiendo que se merece el mundo y todo lo que la rodea, muere feliz y con satisfacción. Se descubre.

Maca y Clarice son un punto único, un punto en común, un punto compartido. Son dos pero a la vez son una. Ya no son dos y desafortunadas, sino son una que al fin brilla. Este libro es como el pequeño manual de Clarice. Este libro es plena y totalmente ella, se puso en blanco a brillar frente a todos. Es la hora de la estrella, es la hora de Clarice.





Bibliografía

Clarice Lispector (s.f) En Wikipedia. Recuperado de: https://es.wikipedia.org/wiki/Clarice_Lispector

Lispector, C.L. (2013). La hora de la estrella, Madrid, España, Siruela.


miércoles, 8 de marzo de 2017

La hora de la estrella (C.L.)


Clarice Lispector escribe en su libro La hora de la estrella (1977) a través de Rodrigo, su personaje autor: "Con esta historia yo me voy a sensibilizar, y sé muy bien que cada día es un día robado a la muerte. Yo no soy un intelectual, escribo con el cuerpo. Y lo que escribo es una niebla húmeda. Las palabras son sonidos transfundidos de sombras que se entrecruzan desiguales, estalactitas, encajes, música, transfigurada en órgano".

¿Qué es para ti "escribir con el cuerpo"?