lunes, 3 de abril de 2017

Ignacio Aráoz: ¿Es la vida de Olímpico el retrato de la felicidad en su forma menos conocida?

Clarice Lispector, nació Chechelnik, Ucrania, el 10 de diciembre de 1920, y falleció el 10 de diciembre de 1977, a sus 56 años. A sus 10 años perdió a su madre y a sus 14 se mudó a Rio de Janeiro. La literatura de Clarice, estuvo fuertemente influenciada por autores como Machado de Assis, Fedor Dostoievski, entre otros. La vida de Clarice estuvo marcada por la tragedia. Solo para citar un ejemplo, un día en su habitación, fumaba un cigarrillo y un descuido con el cigarrillo causó un incendio considerable, afectando no solo a la habitación en la que estaba, sino también a la misma Clarice; otro ejemplo es el cáncer de ovarios que contrajo en 1977. Situaciones, que en ciertos aspectos, marcaron su estilo literario y lo llegaron a definir en cierto punto.

Entre sus más grandes y famosas obras se encuentra la denominada: La hora de la estrella con la siguiente sinopsis: Macabea era una chica asolada por la tragedia en todas sus formas y colores. Había crecido al cuidado de una tía suya, pues sus padres habían muerto. Su tía no le brindaba exactamente el trato que ella precisaba. Aparte de ese detalle, ella había crecido en la pobreza, tenía baja autoestima, muy baja. Macabea tenía un novio: Olímpico, él no la trataba bien, en lo absoluto, la despreciaba. Para culminar de manera breve la descripción de la obra, Olímpico abandona a  Macabea, ella va a consultar su suerte con una vidente, la misma le da una imprecisión en cuanto a su futuro y finalmente, Macabea muere atropellada por un Mercedes amarillo.  

Olímpico, pertenecía a la misma clase social que Macabea, era pobre, de un porte por debajo del promedio, su aspecto no llamaba la atención; su cabello estaba muy descuidado. Olímpico era bastante engreído si se toma en cuenta el contexto en el que se desenvolvía, el círculo social que integraba. A pesar de las limitaciones materiales y por lo tanto, de comodidad que su condición le proporcionaba, Olímpico creía que los limites eran únicamente provenientes de la mente. Él creía en la auto superación.

La vida de Olímpico podría considerarse como la representación de la felicidad que más nos cuesta apreciar por los conceptos que tenemos de ella. Olímpico no necesitaba pertenecer a la cúspide social para sentirse pleno y feliz. Él era feliz y pleno en esencia.

Muchas veces, casi con obvia e inconsciente frecuencia, nuestros conceptos de felicidad, nuestra misma concepción de la realidad, están impuestos y demasiado ligados a una sociedad que tiene demasiados factores que la hacen hueca y sin objetividad. La felicidad es algo que todos deseamos alcanzar en la vida, un momento… ¿alcanzar? Ese es un mensaje falso de la felicidad. La felicidad no se alcanza, ni mucho menos, se consigue. La felicidad es más simple de lo que se cree y Olímpico  nos muestra cabalmente esa aseveración.

Él ejercía su personalidad en un medio consistente en condiciones paupérrimas. Él no era alguien que precisamente destacara por la fineza de sus rasgos físicos, ni por el mínimo cuidado respecto a su aseo. Olímpico no era precisamente el tipo estándar de varón que la sociedad asocia con la “felicidad”. Más bien era todo lo contrario.

Olímpico vivía en la pobreza económica, pero no en una pobreza espiritual; eso a la larga, le dio una felicidad dependiente solamente de lo que él creía  de sí mismo y de la inexistencia de los límites, sin importar la cantidad de dinero que tuviera o el tamaño de la casa que habitara. Primer concepto de felicidad ordinario, tener mucho y sentirse realizado en la vida, desestimado por el mismo Olímpico.

Olímpico no cumplía precisamente con los parámetros que la sociedad impone para ser considerado “guapo”, su porte era todo menos prominente, su aseo no estaba muy bien realizado y ni si quiera, aun con lo poco y nada que podía llegar a tener de dinero, se preocupaba por su aspecto; lo único que le preocupaba a Olímpico era progresar, ser alguien exitoso e influyente, no si era bonito, o no. Segundo concepto de felicidad ordinario, tener un buen aspecto físico, estar bien estéticamente y de manera superficial, desestimado.  
La felicidad es subjetiva y relativa, depende de cómo estemos dispuestos a ver el mundo. Olímpico lo vio de manera simple y fue feliz.
La felicidad es algo totalmente alcanzable, está en función del entorno en el que uno se desenvuelve, la felicidad, está en base a las aspiraciones propias de cada persona. Pero también está en base a cómo se sienta uno sí mismo y cuán seguro sea uno de sí mismo. La felicidad de Olímpico, como bien se remarcaba antes, no estaba en función a cuanto él poseía, ni a cómo lucía físicamente, la felicidad de Olímpico estaba en función a la convicción y seguridad que él tenía de sí mismo.

Y esa es la forma de felicidad que menos conocemos y, es más, que ignoramos, a pesar de su evidencia en nuestras vidas; saber que los límites son pura invención de nuestra mente, nosotros nos los creamos, preocuparnos demasiado por llevar una vida colmada de comodidad y muchas veces, posesiones suntuosas, que a la larga, no nos dan felicidad en esencia, sino que simplemente, llenan algunos vacíos que tenemos en nuestras vidas.

La felicidad que nadie puede robarnos es la que tenía Olímpico; un buen concepto de sí mismo, la tranquilidad de saber que la auto superación es posible, que los límites son invenciones. 

Bibliografía
Clarice Lispector (s.f) En Wikipedia. Recuperado de: https://es.wikipedia.org/wiki/Clarice_Lispector

Lispector, C.L. (2013). La hora de la estrella, Madrid, España, Siruela.

3 comentarios:

  1. Querido Ignacio, métele un poco de corazón a las cosas que escribes, sé más empático. Buen contenido y escritura impecable, como siempre.
    Paupérrima y per capita.

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  2. Ignacio! Me fascina como escribes de manera tan estructurada y clara. Es muy fácil de entender y creo que te explayaste bien. El tema me gusta y creo que el contenido hubiera sido más fuerte si hubieras utilizado citas. Buena monografía!

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  3. Ignacio! Me gustó tu monografía, me pareció muy interesante que hayas tocado el tema de alcanzar la felicidad.

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